La salsa bechamel, un emblema de la cocina francesa, es una receta que parece sencilla pero que requiere de ciertas habilidades para lograr su preparación sin grumos. Este artículo le proporcionará las 8 claves para realizar este manjar.
La preparación básica para una bechamel exitosa
El roux: el punto de partida
La base de cualquier bechamel exitosa comienza con el roux. Es simplemente una mezcla de harina y mantequilla cocida en fuego lento. Para obtener un roux perfecto, se recomienda usar cantidades iguales de mantequilla y harina.
Agregar la leche
Una vez que el roux está listo, se incorpora la leche poco a poco a medida que se revuelve constantemente con un batidor. Esto es crucial para evitar la formación de grumos. Algunos chefs sugieren utilizar leche caliente para obtener mejores resultados.
Luego de este proceso inicial, podemos dar paso al análisis detallado de los ingredientes necesarios para alcanzar nuestro objetivo.
El elección de los ingredientes: la clave de una salsa sin grumos
Calidad por encima de todo
Como en cualquier receta, la calidad de los ingredientes juega un papel fundamental en el resultado final. En el caso de la bechamel, necesitaremos:
- mantequilla,
- harina,
- y leche.
Cada uno de estos ingredientes aportará al sabor y textura final de la salsa.
Proporciones correctas
Otro aspecto importante es la proporción adecuada de los ingredientes. Esto garantizará la consistencia deseada :
Ingrediente | Cantidad |
---|---|
Mantequilla | 75-100g |
Harina | 75-100g |
Leche (fría o tibia) | 500ml – 1L |
Con los ingredientes y sus proporciones claras, resulta crucial contar con las herramientas adecuadas para llevar a cabo su preparación.
Las herramientas indispensables para una bechamel suave y cremosa
Los utensilios básicos
Necesitarás un cazo resistente al calor y un batidor. El cazo debe ser lo suficientemente amplio como para permitirte revolver la salsa sin dificultades, mientras que el batidor te ayudará a mantener una textura suave y homogénea. Un batidor robusto puede ser muy útil si se forman grumos.
Una vez que tengamos nuestras herramientas listas, debemos prestar atención al proceso de cocción.
Domine el fuego: temperatura y cocción para evitar las trampas
Cuidado con el calor
La bechamel requiere una cocción suave y constante. Evita subir demasiado el fuego ya que esto podría causar grumos o incluso quemar la salsa. Es mejor mantener una temperatura media-baja y tener paciencia.
Tiempo de cocción
La bechamel necesita cocinarse lo suficiente como para espesar, pero no debe hervir. Las pequeñas burbujas son un buen indicador de que la salsa está lista.
Este dominio del fuego seguramente se beneficiará con las técnicas utilizadas por los expertos.
Las técnicas de los chefs: consejos de Philippe Etchebest y Joël Robuchon
Los secretos de Philippe Etchebest
El conocido chef francés Philippe Etchebest recomienda usar leche caliente al agregarla al roux, argumentando que ayuda a prevenir la formación de grumos.
Las sugerencias de Joël Robuchon
Por otro lado, joël Robuchon, otra prominencia en la cocina francesa, sugiere añadir la nuez moscada al final para realzar el sabor de nuestra salsa bechamel.
Una vez conocidas estas técnicas profesionales, es momento de explorar cómo podemos personalizar nuestra bechamel.
Personalización y variantes creativas de la salsa bechamel
Bechamel con queso
Una versión popular de la salsa bechamel es la que incorpora queso (llamada entonces «salsa Mornay»). Esta variante ofrece un sabor más intenso y cremoso. Simplemente hay que agregar el queso rallado de nuestra preferencia al final de la cocción y revolver hasta que se derrita por completo.
Bechamel con hierbas
Agregar hierbas frescas como perejil, cebollino o tomillo puede darle un toque fresco y aromático a nuestra bechamel. Solo asegúrate de picarlas muy finas antes de incorporarlas a la salsa.
Para terminar, vamos a revisar algunos consejos y trucos finales para perfeccionar nuestra bechamel.
Salsa bechamel: consejos y trucos finales para la perfección
Solución a los grumos
Si a pesar de nuestros mejores esfuerzos se forman grumos en nuestra bechamel, no hay que desesperar. Un batidor robusto o una licuadora de inmersión pueden ayudarnos a disolverlos y recuperar la suavidad de nuestra salsa.
Conservación
Si no vamos a usar nuestra bechamel inmediatamente, podemos cubrirla con film transparente directamente sobre la superficie para evitar que se forme una costra. Se conservará bien en el refrigerador durante 2-3 días.
Nuestra deliciosa salsa bechamel está ahora lista para deleitar nuestro paladar. Con estos consejos podrás disfrutar de una salsa sin grumos, cremosa y llena de sabor. Recuerda, la práctica hace al maestro, así que ¡manos a la obra !
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