El mimosa es un emblema de los días soleados de invierno. Sus flores amarillas doradas aportan luz y alegría en los días más grises. Pero, ¿cómo mantener su bouquet de mimosa fresco el mayor tiempo posible ? Aquí te presentamos unas astucias infalibles para disfrutar al máximo de tu bouquet.
Preparación y cuidado inicial: garantizar la frescura del mimosa desde su llegada
Mantén fresca la botte de mimosa
Tras traer a casa tu ramo de mimosas, lo primero que debes hacer es conservarlo en un lugar fresco durante la noche, incluso puedes dejarlo fuera siempre y cuando no se congele. De esta forma, aseguras que las flores mantengan su vitalidad y frescura por más tiempo.
El corte adecuado
Cortar las tiges del mimosa unos 5 cm e aplastar ligeramente los extremos permitirá una mejor absorción del agua. Esto dará como resultado unas flores más hidratadas y, por consiguiente, una mayor longevidad.
Ahora que hemos preparado nuestro bouquet para resistir los estragos del tiempo, pasemos al siguiente paso crucial para conservar su belleza.
Eleccion del jarrón y ubicación: las claves para prolongar la belleza del ramo
El jarrón perfecto
Para hospedar a tu mimosa, opta por un jarrón de cristal transparente. Esto no solo permitirá contemplar toda la belleza del ramo, sino que también te facilitará observar el nivel de agua y su estado.
El lugar ideal
Colocar el bouquet en un espacio a temperatura inferior a 20°C, evitando las fuentes de calor como los radiadores, será clave para alargar su vida. El mimosa es una flor muy sensible al calor y al frío extremo, por lo que mantenerla en un ambiente fresco y estable es esencial.
Conociendo ya cómo preparar y albergar nuestra preciosa flor, queda por descubrir cómo cuidar su agua.
Técnicas de mantenimiento del agua: trucos para una longevidad máxima
Azúcar para nutrir
Uno de los secretos para que tu bouquet se mantenga fresco durante más tiempo es agregar un poco de azúcar al agua tibia. Este dulce actuará como alimento para las flores prolongando así su vida útil. No olvides vigilar diariamente el nivel del agua, ya que el mimosa tiende a absorber mucho.
Y ahora que hemos cubierto todos los aspectos relacionados con la conservación inmediata del bouquet, pasemos a como secarlo y preservarlo aún más tiempo.
Secado del mimosa: conservando el sol de invierno para siempre
Cuándo y cómo cortar las ramas para secarlas
Para secar tu bouquet de mimosas, escoge un día soleado y seco. Lo ideal es hacerlo durante la mañana, eligiendo ramas con flores que no estén totalmente abiertas aún. Retira de las mismas el agua y las hojas, luego cuélgalas boca abajo aproximadamente por dos semanas.
Conservación del mimosa seco
Para mantener tus flores de mimosa secas durante más tiempo, lo crucial es mantenerlas alejadas del agua. Cualquier presencia de humedad puede acelerar su deterioro.
Ahora sabes que conservar la belleza efímera del mimosa en tu hogar es posible gracias a estas simples pero efectivas astucias. Sigue estos consejos y no dudes en compartirlos para que todos puedan disfrutar al máximo de este sol de invierno.
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